Redefinimos el gastado triángulo amoroso cliente-agencia-talento para dar lugar a un espacio de creación sana en todas las direcciones.
¿Y si quedamos a comer las tres partes? ¿Y si el talento se implica creativamente con el cliente? ¿Y si quedamos todos con una sonrisa para que nos VOLVAMOS a llamar? ¿Mejor, no?